domingo, 28 de octubre de 2012

el retorno a la actividad tras la convalecencia


El retorno a la actividad

  El medico o fisioterapeuta debe dar el visto bueno al deportista para retornar a la participación de la competición solo cuando hayan sido completados todos los estadios del programa de rehabilitación y haya recuperado sin dolor la completa amplitud de movimiento, la fuerza normal y el tamaño muscular, la condición física completa, fuerza, flexibilidad y resistencia cardiovascular, y las habilidades especificas de su deporte.

  La reincorporación a su actividad se basa en la regla del 95 %, esto es, cuando la función del área lesionada está recuperada al 95 %. Si no hay registros anteriores a la lesión, puede medirse comparando el miembro lesionado con el opuesto. Cuando se produce una lesión se tiene que aplicar el método RICE durante dos días; Reposo, hielo, compresión y elevación.

  Para lesiones de mediana intensidad, los ejercicios de movilidad deben comenzar en el propio domicilio, al día siguiente de ocurrir la lesión, o cuando no hay dolor local en el área afectada. El tipo más común de ejercicios de elasticidad en un programa postlesional de movilización son los estáticos. La gran mayoría de los deportistas están familiarizados con las técnicas de estiramientos estáticas porque son las que usualmente realizan en las sesiones de calentamiento y estiramientos.

  La fatiga muscular es una de las principales causas de reincidencia de lesión, por ello los deportistas lesionados deben considerar la recuperación de su resistencia muscular como una parte de su programa de rehabilitación en casa.
Los mismos ejercicios que desarrollan la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular también puede favorecer la resistencia muscular. Comenzar con ejercicios de resistencia muscular cuando la fuerza de la parte lesionada sea del 70 al 80 % de la parte sana.

  Otro modo efectivo para recuperar lesiones es mediante actividades de resistencia repetitivas, como la natación, el remo, el piragüismo, el esquí de fondo, el pedaleo con los brazos, y otras que requieren movimientos repetitivos de grandes grupos musculares.

  La propiocepción, también queda comprometida en la lesión debido a la delicada interacción entre el sistema nervioso central y los músculos, tendones y ligamentos. Con la recuperación propioceptiva después de una lesión, el atleta será capaz de realizar su deporte o actividad física más eficientemente, con menos riesgo de lesionarse. Una mala propiocepción puede conducir a fallos mecánicos o pérdidas repentinas de coordinación que puede causar lesiones agudas o por sobrecarga.

  La última fase antes de reintegrarse al ejercicio regular es la recuperación de las habilidades específicas al deporte. Es importante porque la disminución de estas habilidades causadas por una lesión y el tiempo de inactividad puede abocar el deportista a una nueva lesión. La técnica inadecuada puede poner al deportista en peligro. El momento apropiado de comenzar con las habilidades específicas del deporte depende de la lesión y del deporte o actividad en cuestión.

  Si se hace adecuadamente, la rehabilitación conseguirá que el deportista se reintegre a su actividad en el menor tiempo, con el mínimo riesgo de volverse a lesionar y conservando, o incluso mejorando, su condición física general. La moderna tecnología de rehabilitación y los nuevos métodos la han convertido en el área más dinámica de los cuidados deportivos. No obstante, poca importa el grado de sofisticación que ha alcanzado la rehabilitación si esto no llega al atleta individual. Son demasiados los que no lo toman lo suficientemente en serio o prestan poca atención a las advertencias que se les hace sobre el trabajo excesivo. Para lograr el éxito, debe ser hecha adecuadamente y considerada como una parte integral del manejo de la lesión.

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