Luxaciones
Una articulación esta luxada o dislocada si
las extremidades articulares, normalmente en contacto, es desplazada, una
respecto de la otra, de manera permanente, como consecuencia de un traumatismo.
La luxación ocurre por romperse los
ligamentos que sujetan la articulación. Si los ligamentos no se rompen pero se
díscola la articulación estamos ante una subluxación.
Causas:
-
Traumatismos.
- Demasiada laxitud en ligamentos articulación.
Síntomas:
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Dolor.
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Incapacidad funcional.
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Deformidad.
Tratamiento:
Los primeros auxilios son los de inmovilizar
la zona y trasladarlo al hospital. Allí, se realizará:
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Reducción de la articulación con sedantes (valium, nolotil, etc.)
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Radiografía.
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Inmovilización con vendaje unas 3 semanas.
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Rehabilitación. Fisioterapia y masajes.
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A veces cirugía.
Lesiones Meniscales
Los meniscos son estructuras
fibrocartilaginosas que se encuentran en las rodillas. Se localizan sobre la
meseta de la tibia y su función es la de permitir el movimiento correcto de la
rodilla.
En cada rodilla hay dos meniscos, el interno
y el externo. Su grosor disminuye desde la periferia al centro, por tanto, su
sección es triangular. Cada menisco posee dos extremos, los cuernos, uno
anterior y otro posterior. A la zona central del menisco se le llama cuerpo.
Los desplazamientos que pueden tener los
meniscos interno y externo son de 6 y 12 mm respectivamente.
Si los movimientos de los meniscos no siguen
la sincronización que marca la articulación de la rodilla, es cuando se
producen lesiones meniscales.
La
lesión producida en el menisco es una rotura. Tipos:
-
Las roturas longitudinales: existen dos tipos, la rotura en asa de cubo y la rotura en pico de loro. Pueden ser de
más o menos longitud y se manifiesta con un bloqueo en flexión. Es muy
frecuente en futbolistas, tienen molestias en cuclillas.
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Las roturas transversales: son menos frecuentes y siempre salen como
consecuencia de las longitudinales.
Causas:
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Cargas intensas y continuas.
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Individuos, principalmente entre 30 - 35 años, que han sufrido movimientos
asincrónicos de flexiones y rotaciones de rodilla, cargando todo el peso sobre
ella. Los deportes de alto riesgo son el fútbol, tenis, rugby, esquí, etc.
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Accidentes violentos y choques.
Síntomas:
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Bloqueo de rodilla, que se puede flexionar pero no extender del todo. En la
parte final de la extensión, hay una sensación de resorte. Se puede comprobar
si el individuo se coloca de pie, contra la pared, o tumbado boca abajo, no
puede estirar bien la rodilla. El bloqueo puede durar horas, minutos o días y
puede desaparecer espontáneamente, o tras unas manipulaciones del
fisioterapeuta. Los bloqueos son repetitivos.
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Dolor constante y con el movimiento. Se localiza en la parte interna o externa
de la rodilla. Aumenta el dolor al final de la extensión.
-
Sensación de que hay algo suelto en la rodilla y crujidos en el mismo punto.
-
Fallos fugaces de rodilla.
-
Derrame o hidrartrosis, por punción se obtiene un liquido no hemorrágico de
características mecánicas. El líquido formado se analiza y según sus
características fisicoquímicas se obtienen resultados.
Tratamiento:
El tratamiento de las lesiones de menisco es
la cirugía. Se realiza una artroscopia terapéutica, en la que se extirpa la
parte suelta del menisco o bien se sutura. No se debe extirpar totalmente el
menisco, siempre se debe dejar la parte lateral de los meniscos, la parte
ligada a la cápsula, puesto que a partir de este tejido se formara un tejido
meniscoide, que hará la función del menisco extirpado.
Cuando se dan los síntomas de lesiones
meniscales, hay que comprobar que realmente sea dicha lesión mediante:
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Radiografías de las rodillas, para descartar otra posible lesión.
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Artrografía opaca o en doble contraste. Valorar articulaciones.
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Artroscopia, con la que se explora todos los compartimentos de la rodilla,
incluso se pueden observar los meniscos y los ligamentos cruzados.
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También es posible realizar una resonancia magnética.
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